Los turistas positivos de covid tendrán que pagar la estancia ‘extra’ en el hotel
La ‘nueva normalidad’ ha traído muchas peculiaridades en las que no había que reparar antes de que la pandemia del coronavirus azotara al mundo. Entre ellas, las vacaciones. Y es que, ¿qué pasa si nos vamos a un alojamiento turístico y damos positivo por covid-19? En este sentido, desde la Conselleria de Sanidad han decidido poner orden a la situación ante las preguntas de los establecimientos y definir la ‘Guía de actuación en los alojamientos turísticos de la Comunitat Valenciana ante la detección de clientes con síntomas compatibles con la covid-19, la confirmación de caso y la actuación respecto a sus contactos’.
Según recoge este documento, elaborado por la secretaría autonómica de Salud Pública, en el caso de que un usuario ubicado en un alojamiento turístico tenga que prolongar su estancia a instancias de Sanidad y la de sus acompañantes tras dar positivo en covid, será él mismo quien tenga que afrontar el coste si no tiene un seguro que lo cubra. De hecho, según recoge la guía, el establecimiento debe informar al cliente cuando se registre de que, si se da esa circunstancia, el alojamiento turístico cumplirá con lo establecido en la guía y repercutirá el coste adicional en la factura del propio cliente.
No obstante, también caben otras posibilidades, como que se produzca un traslado a un alojamiento turístico para pacientes turistas que deben realizar el aislamiento domiciliario, es decir, un espacio inspirado en los hoteles medicalizados. «La dirección de los establecimientos de alojamiento turístico con zonas comunes establecerán zonas específicas, a ser posible plantas completas o una zona aislada de una de ellas, para realojar al o la cliente con confirmación de diagnóstico positivo, así como una habitación separada para las personas acompañantes hasta concluir el periodo de cuarentena», señala la guía.
Una normativa que aplica a hoteles, apartamentos turísticos, balnearios, campings, alojamientos rurales, albergues, hostels y viviendas de uso turístico. Según relata el documento, en el caso de positivo, el aislamiento se mantendrá hasta transcurridos tres días desde la resolución de la fiebre y del cuadro clínico con un mínimo de 10 días desde el inicio de los síntomas. En los casos asintomáticos, el aislamiento se mantendrá hasta transcurridos 10 días desde la fecha del diagnóstico.
Otra posibilidad para el turista es que Sanidad autorice el desplazamiento a su vivienda habitual, en transporte privado y evitando el contacto estrecho con otros pasajeros.
Comité de gestión de crisis para personas con síntomas
En todo caso, los alojamientos turísticos deben contar con un protocolo de actuación, concretamente con un Comité de gestión de crisis que, en el caso de las viviendas de uso turístico, corresponderá a la empresa gestora y, en el caso de viviendas de uso turístico individuales, a la persona que figure en el Registro de Turismo de la Comunitat Valenciana como titular.
«Si una persona cliente empezara a tener síntomas compatibles con la enfermedad o si así lo expresa el o la cliente, se solicitará su aislamiento en la habitación o unidad de alojamiento hasta recibir instrucciones por parte de los servicios sanitarios y se le indicará que debe contactar de inmediato con el teléfono habilitado para ello por la Consellería de Sanidad», especifican.
Según señala la guía, la unidad alojativa o habitación del supuesto caso positivo debe ser distinta de la de las personas contactos y tendrá, preferiblemente, baño de uso exclusivo. Para el caso de que el establecimiento no contara con disponibilidad para ello, se adoptarán las medidas de higiene y seguridad necesarias para evitar el contagio, como añadir camas separadas, limpieza permanente del baño después de cada uso, limpieza de superficies y elementos de uso común.
Mientras dure el aislamiento, la persona designada responsable por el establecimiento deberá comunicar la situación a todos los departamentos implicados del hotel, alojamiento turístico, o de la empresa gestora, especialmente los que pudieran requerir acceder a la habitación coo limpieza, mantenimiento o restauración para que se apliquen los protocolos específicos de actuación y se proteja la seguridad de las personas empleadas.
Será el cliente el que contacte con Sanidad y estime si el PCR se hace por su seguro privado o por la sanidad pública. Si la prueba PCR diera negativo, se informará al cliente del resultado de la prueba diagnóstica y que no se han de continuar las medidas de aislamiento, por lo que tanto el caso descartado como sus contactos podrán realizar vida normal en el establecimiento turístico.
De la limpieza a la alimentación
El personal empleado que acceda a las unidades de alojamiento afectadas, sea para tareas de limpieza o para tareas de mantenimiento, deberá ir provisto de los equipos de protección individual que determine el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del establecimiento, y en todo caso deberá protegerse con guantes de un solo uso y mascarilla. Además, tendrá que existir un registro de todas las personas que entran o salen de la unidad de alojamiento.
Mientras, a todas las personas clientes que permanezcan en sus alojamientos en condiciones de aislamiento por riesgo de contagio se les facilitará el servicio de comida y bebidas en el caso que lo tuvieran contratado previamente o acepten las condiciones económicas de la prestación del servicio. En este sentido, la comida deberá de depositarse en una bandeja sobre un carro y la vajilla sucia y bandeja se manipulará con guantes. «Los alojamientos turísticos que no cuenten con servicio de alimentos y bebidas facilitarán a los clientes información de cómo realizar pedidos de comida a domicilio o servicio de compra online de supermercados», recoge.
Fuente: Alicanteplaza