Las empresas de servicios denuncian la subida de la luz con facturas hasta un 35% superiores al mismo mes del año pasado
El precio de la electricidad se ha disparado en España durante las últimas semanas (hoy jueves cuesta de media 288 euros por megavatio hora y por la noche superará los 300 euros), los empresarios ven disminuir sus márgenes e incluso hace que algunos de ellos se planteen subir precios para compensar las pérdidas.
La disparatada subida de las tarifas ha dejado prácticamente sin efecto la reducción del IVA puesta en marcha por el Gobierno, que por el momento no encuentra soluciones mientras los precios baten récords prácticamente a diario.
El elevado precio de la electricidad ha añadido más presión a los pequeños negocios de autónomos y pymes cuya supervivencia llevaba ya año y medio en riesgo tras los cierres de la primavera de 2020 y la larga y lenta posterior recuperación con restricciones.
La Asociación de Empresas de Servicios, AESEC, denuncia que esta subida se produce en un momento en el que han tenido que asumir una inversión extra en medidas de higiene por la pandemia, y facturando en la mayoría de los casos menos de la mitad.
Una losa para las empresas y autónomos
Por su parte, Antonio Andreu, presidente de AESEC comenta que «el precio que está alcanzando la luz es desorbitado”. “Esta subida para muchos autónomos y para muchas pequeñas empresas, hace romper sus márgenes».
Andreu recuerda que «en España las empresas pagan la luz más cara de Europa, con lo cual muchas empresas están perdiendo competitividad con otros países europeos. El Gobierno tiene que tomar medidas ya, tienen la capacidad, y así lo ha dicho Europa, para controlar los precios de la luz y por consiguiente poder ayudar a autónomos y empresas a aliviar los costes que están asumiendo actualmente».
Más allá del daño que se está realizando a las pymes, que tienen que afrontar facturas mucho más altas que en ejercicios anteriores, el encarecimiento del combustible está teniendo una cascada de efectos macroeconómicos: un aumento de la inflación y un repunte en el coste de los insumos industriales que está poniendo las cosas difíciles al sector secundario.