La tercera ola del coronavirus, que alcanzó su pico máximo en enero de este año, con cifras peores que las de la primavera de 2020, ha echado por tierra el optimismo empresarial que se empezaba a vislumbrar el trimestre anterior. Los resultados de la oleada de diciembre del Observatorio de la Expectativa Empresarial de Alicante (OEXA), elaborado por el Observatorio Económico de Alicante y la Unión Empresarial de la Provincia de Alicante (Uepal), muestran una caída de las expectativas de invertir y contratar de las firmas de la provincia, a las que solo el horizonte de la vacuna concede un ápice de optimismo.
Los estremecedores datos de la tercera ola llevan al 41% de los empresarios encuestados a los valores más pesimistas en su valoración, tanto de la crisis, como de la actuación de los gobiernos nacional y local. Cae la intención de invertir y contratar. En lo referente a la valoración de la situación económica general, prima el pesimismo con respecto al trimestre anterior. El peor valor, aquellos que consideran “mala” o “muy mala” la situación, aumenta, al pasar del 36% de los encuestados de septiembre, a casi el 70%.
De igual manera sucede al analizar la situación específica de cada empresa. Las expectativas de ingreso a corto plazo se ven afectadas en negativo, y alrededor del 40% de los empresarios encuestados consideran que sus ingresos se reducirán el próximo trimestre. El dato a 12 meses es más esperanzador, aún con valores negativos, pero más intermedios. Los autores del estudio, Juan Seguí y José Antonio Trigueros, apuntan que los resultados están muy condicionados por el momento en que se realizó el trabajo de investigación, con la tercera ola disparada.
Con este escenario, es evidente que las perspectivas de contratar más personal o realizar inversiones para mejorar las empresas caen también en picado. El 85,5% de los empresarios encuestados indican que no entra en sus planes realizar inversiones a medio o largo plazo, frente al trimestre anterior, cuando 36,1% avanzaba que sí tenía previstas dichas inversiones.
El dato es peor que el del OEXA de la primera ola, en marzo de 2020. En lo que respecta a ampliar la plantilla, el 92,8% de los encuestados afirma que no tiene previsto contratar. “Demoledor”, indican Seguí y Trigueros. “En general, todo el bloque referido a la actividad económica y la actuación política, se mueve en los peores valores en más del 40%”.
César Quintanilla, vicepresidente de Uepal, señala que “en la última junta de Uepal quedó de manifiesto el hastío e incertidumbre de los empresarios con la situación; los ERTE hay que estar prorrogándolos y negociando cada cierto tiempo, cuando deberían haberse aprobado directamente hasta que finalizase el estado de alarma, igual que la carencia de los ICO, que ahora hay que refinanciar”. El dirigente empresarial lamenta que “empezábamos el año con cierto optimismo, hasta que han llegado nuevas restricciones que no se entienden”. En este sentido, “cada vez tenemos más claro que no queremos ayudas, sino exigir indemnizaciones”, argumenta, “si cierras un sector lícito por el bien común, tienes que indemnizar”. Quintanilla pide también que haya empresarios en los comités para gestionar los fondos europeos de reconstrucción.
La oleada del primer trimestre de 2021 del OEXA incluye dos preguntas adicionales al cuestionario habitual, que muestran algo de optimismo. Las respuestas marcan el horizonte que los empresarios fijan a la salida de la crisis. En este sentido, la mayoría de los encuestados consideran que la vacuna es la solución a la pandemia, y el 70% cree que volverá a operar con normalidad en 2022. Aun así, un 11,6% asegura que su empresa “nunca” volverá a la normalidad.