El 28,8% de los trabajadores autónomos -936.000 del total de 3,2 millones afiliados al RETA- cuantifican sus pérdidas en más de 30.000 euros este año por las restricciones y cierres aprobados para frenar los contagios, según se desprende del barómetro de noviembre realizado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) con un total de 2.135 respuestas. En conjunto, los autónomos calculan un agujero de 60.000 millones de euros en términos de ingresos en lo que llevamos de 2020 con sectores especialmente golpeados como el de la organización de eventos, hostelería, ocio infantil, ocio nocturno y el del comercio.

El Covid-19 ha destrozado las cifras de las ventas de los diferentes negocios en España. Por porcentajes, una abrumadora mayoría de los autónomos –el 84,9%– prevén una caída de su facturación y de estos, más de la mitad, unos 1.700.000, verán disminuida su actividad por encima del 60%. Hay también un 6,4% que declaran no estar ingresando nada en estos momentos. Por otro lado, apenas un 9,7% aseguran que han mantenido los mismos niveles que un año antes y un 3,2% indican haber vendido más a pesar de todo.

A esto se une que un 9,9% de los autónomos, un total de 300.000, aseguran que tendrán que cerrar su negocio. Además, aunque un 88,4% piensan que seguirán con su actividad, más de la mitad de estos (56,2%) no sabe a fecha de hoy si podrá seguir a medio plazo.

Más números rojos

La segunda ola del virus ahondará la situación crítica por la que pasan muchos negocios durante las semanas que quedan para cerrar el ejercicio. A día de hoy, tres de cada cuatro autónomos sufren algún tipo de restricciones en su actividad. Alrededor del 20% de los encuestados, 620.000 trabajadores por cuenta propia, no pueden abrir en estos momentos, y de estos, un 4,1% afirman llevar con su local cerrado desde el pasado marzo. Además, un 56,5% recuerdan que, aunque han abierto, están funcionando solo al 50%. Únicamente el 15,7% de los encuestados por ATA dicen operar con total normalidad y apenas un 3% admiten funcionar incluso mejor que antes de la pandemia.

A pesar de este panorama desolador, siete de cada diez emprendedores, el 70,5%, declaran no haber pedido el cese de actividad extraordinario que entró en vigor el pasado 1 de octubre. En consecuencia, solo el 16,4% de los entrevistados, alrededor de 500.000 autónomos, han solicitado esta ayuda. «La necesidad de poner en marcha estas prestaciones para autónomos se hace evidente al ver las respuestas del colectivo ya que el 73,5% consideran imprescindible la puesta en marcha del cese de actividad para poder seguir con su negocio», interpretan desde ATA. Para hacer frente a esta coyuntura, unos 400.000 trabajadores por cuenta propia dicen necesitar financiación ya que un 13% de encuestados aseguran que no han pedido liquidez a las entidades, pero que lo tendrán que hacer en breve. Además, un tercio de los autónomos, el 42,8%, ha solicitado ya algún tipo de financiación, ya sea a través del ICO o de un préstamo privado.

Reducción de plantilla

La situación crítica de pérdidas y reducción de la facturación se saldará con despidos en las empresas. De hecho, un 44,8% de los autónomos que tienen trabajadores afirman que ha solicitado un ERTE o tiene previsto hacerlo para poder seguir con su actividad, de los cuales, un 23,4% dice que ha realizado el expediente a la totalidad de su plantilla. A pesar de la situación, el 49,6% de los autónomos creen que mantendrá a toda su plantilla mientras que un 29,2% se verán abocados a reducir personal. Tan solo un 1,6% tienen previsto contratar y un 19,6% afirman no saber qué va a pasar «dada la incertidumbre actual».

Ante este escenario, los autónomos entrevistados califican con un 2,9 sobre una nota total de 10 la actuación y ayudas puestas en marcha desde el Gobierno durante la pandemia. El 75,54% de los autónomos valoran el proceder gubernamental con un 4 o menos, mientras que un 10,98% aprueban al Ejecutivo con un 5.