El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha revisado al alza nuevamente el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en la segunda mitad de 2023 y el primer semestre de 2024. En particular, los datos del segundo trimestre mostraron un avance superior al esperado (un 0,8 % trimestral frente al 0,6%).
Todo lo demás constante, esto añadiría entre dos y tres décimas al crecimiento previsto del PIB para 2024.
Crece la población activa
Se prevé que la inmigración continúe impulsando el aumento de la población activa. Desde 2021, el flujo de personas provenientes del extranjero explica un 90% del incremento observado. Hasta el momento, vienen atraídos por una mejora en sus condiciones de vida que responde, al menos en parte, a un mercado laboral dinámico: la creación anual de empleo entre la población inmigrante es mayor que la que tuvo lugar entre 2000 y 2008 durante la expansión inmobiliaria. En un entorno donde el gasto por parte de los europeos continúe beneficiando al sector servicios, que es intensivo en el uso de mano de obra y donde España tiene ventajas comparativas, la demanda de trabajadores continuará aumentando.
Aumento leve de la inversión en vivienda nueva
Distintos factores están contribuyendo a aumentar, tímidamente, la inversión en vivienda nueva. La reducción de tipos de interés, la elevada liquidez y la escasez de oferta de vivienda en alquiler están impulsando el crédito hipotecario. Asimismo, los efectos que pueden estar teniendo los distintos cambios regulatorios que han afectado al mercado del arrendamiento estarían reduciendo la oferta de alquiler a precios asequibles e incentivando el mercado de compra-venta, haciendo de esta una opción más atractiva, tanto para demandantes como para propietarios.
El Gobierno central debe anunciar medidas equivalentes al 0,5% del PIB para cumplir con las nuevas reglas fiscales a partir de 2025 o 2,5 puntos porcentuales del PIB en el acumulado del programa. Las estimaciones indican que, por cada punto de ajuste del déficit primario estructural en porcentaje del PIB potencial, el nivel de actividad podría moderarse en el largo plazo entre 0,75 puntos porcentuales y 1 punto porcentual del PIB. La magnitud del efecto dependería de la composición del ajuste, pero serían necesarias reformas que pudieran compensar parte o la totalidad de estos efectos negativos sobre la actividad económica. “Sería recomendable consensuar lo más pronto posible las medidas que serán necesarias para realizar el ajuste, de tal manera que los agentes económicos afectados puedan ajustar sus decisiones de consumo e inversión”.
“En el futuro, se espera una desaceleración conforme la contribución de la demanda externa se vuelva negativa por los límites a la expansión de las exportaciones de servicios turísticos y la transición hacia un modelo de crecimiento con mayor gasto en bienes importados”.
Moderación del crecimiento para 2025
Se observa que el crecimiento del PIB se está moderando, como muestra la evolución del mercado laboral en el tercer trimestre de 2024.
“En el futuro, se espera una desaceleración conforme la contribución de la demanda externa se vuelva negativa por los límites a la expansión de las exportaciones de servicios turísticos y la transición hacia un modelo de crecimiento con mayor gasto en bienes importados”.
La previsión de crecimiento para 2025 es del 2,4%.